Imágenes y símbolos para el reinicio de un ciclo

En contexto de la celebración del año nuevo chinote invitamos a conocer más sobre las imágenes y símbolos que se ponen en juego en los períodos de renovación.

Desde tiempos antiguos, los deseos de alcanzar una vida próspera, una familia reunida y una sociedad armoniosa han sido el eje de las creencias cotidianas y los rituales colectivos más importantes del pueblo chino. A través de determinadas formas, colores y signos, surgió una rica cultura visual que buscó plasmar los anhelos y compartir las promesas de fortuna, prosperidad y longevidad.

Tanto en el ámbito aristocrático de la corte como en la vida cotidiana del campesinado, estos diversos símbolos de lo auspicioso permanecieron vivos y reactualizados especialmente en ocasión de los festejos de año nuevo, inscribiéndose hoy también como emblemas de unidad cultural.

Esta exhibición, con curaduría de Verónica Flores, invita a recorrer el pensamiento y las tradiciones de una cultura atenta a la observación de los cambios y sus ritmos, mientras ofrece algunas preguntas como obsequios para pensar el nuevo año que llega.

¿Qué augurios esperamos para nuestro porvenir? ¿Qué deseos compartimos como pueblo?


Del 23 de enero al 19 de abril de 2020
De martes a viernes, de 12:30 a 17:00; sábados y domingos de 12:30 a 19:00
Avenida del Libertador 1902 1° piso, CABA
Entrada gratuita
Curadora: Verónica Flores

Las grullas del buen augurio

En el puro amanecer del día, arcoíris de múltiples tonos acarician la cresta del tejado. 

Las aves inmortales que proclaman buenos augurios de repente respondieron. 

Huizong, 1112

 

Desde tiempos antiguos, los deseos de alcanzar una vida próspera, una familia reunida y una sociedad armoniosa han animado las creencias cotidianas y los rituales colectivos más importantes del pueblo chino. A través de determinados colores, formas y signos, una rica cultura visual fue emergiendo para materializar los anhelos y compartir las promesas de fortuna, prosperidad y longevidad.

Las figuras poderosas del dragón y del fénix, la belleza resiliente de ciertas flores, así como la forma y los atributos de animales reales o mitológicos que debían traer suerte o proteger a las personas se convirtieron en elementos simbólicos de gran influencia y atractivo visual. La presencia colorida de estas imágenes, ornamentando los objetos y espacios de uso cotidiano, invitaba a creer en los buenos augurios, mientras que su reiteración en el tiempo fijaba convenciones artísticas y consensos sociales. 

En el ámbito aristocrático de la corte tanto como en las áreas rurales, estos diversos símbolos de lo auspicioso permanecieron vivos y reactualizados especialmente en ocasión de los festejos de año nuevo, inscribiéndose hoy, además, como emblemas de unidad cultural. Las tradiciones de ayer y los deseos para mañana se revitalizan hoy a través de prácticas, imágenes y creencias. En el cielo, el vuelo auspicioso de las grullas bendice a los gobernantes. En la tierra, el reinicio de un ciclo nos invita a celebrar y a reencontrarnos.

¿Qué augurios esperamos para nuestro porvenir? ¿Qué deseos compartimos como pueblo?

– Verónica Flores

Fortuna

En la cultura china, el dragón es una criatura mitológica de naturaleza benigna, capaz de atraer a la lluvia y establecer dominio sobre el cielo, la tierra y las aguas. Gobierna el fluir del tiempo. Es, por excelencia, el símbolo que representa la figura del Emperador pues está asociado al poder de realización. Según el pensamiento taoísta, personifica el concepto yang que caracteriza el principio masculino, la luz y la acción.

De acuerdo con la antigua cosmología china, todos los años el Emperador debía oficiar los rituales que garantizaran el ritmo armonioso de los cambios en el mundo natural y por extensión, en el plano de las relaciones entre las personas. Frente al peligro del caos siempre imprevisible, su imagen asociada al dragón fijó la idea del buen gobierno, inquebrantable en su moral y ordenado en la administración de los recursos. Su acción favorecía el logro de las buenas cosechas y determinaba la afluencia de riqueza y abundancia material. 

La fortuna viste de amarillo oro y toma la forma del dragón, pero también la de peces y murciélagos.

祿 Prosperidad

El fénix chino es un ser mitológico que, según la tradición, por su gracia y virtud reina sobre el resto de las aves. Representa el poder asociado a la Emperatriz, por lo cual evoca fertilidad y fecundidad de todo lo vinculado al concepto yin, es decir de la tierra, de lo femenino y receptivo.

Se creía que un fénix sólo aparecía en tiempos de paz, para celebrar el éxito obtenido con lealtad y honestidad. Por ello, su presencia en un hogar es estimada como símbolo de la prosperidad de una familia reunida y de la felicidad que se comparte. Su representación evoca la asociación de lo disperso y la unión de los opuestos complementarios, por eso suele verse al fénix entrelazado al dragón. En los festejos de bodas simboliza la buena comunión entre los consortes y el deseo de una familia con muchos niños. 

En la ornamentación de los objetos cotidianos podemos ver presente este deseo de prosperidad cubriéndose de rojo y apareciendo bajo la forma de venados, duraznos y peonías.

寿Longevidad

La promesa de una larga vida ha sido objeto de búsqueda por todas las generaciones, tanto antiguas como modernas. Se trata del deseo de muchos años de vida con buena salud, brindado especialmente a las personas ancianas de la familia. El respeto hacia ellas por parte de quienes son más jóvenes es un valor confuciano.

El paso del tiempo está asociado a la sabiduría, a la dignidad y al carácter resiliente de quien conquista las dificultades. Por ello, se distingue lo que perdura con nobleza, como el jade, el pino, el bambú, el ciruelo y el crisantemo, siendo objetos de constante interés e inspiración en la pintura y en las artes decorativas.

La longevidad también se asocia a los buenos y criteriosos gobernantes. En los pabellones, ornamentos, trajes y objetos de uso cotidiano del Emperador y sus funcionarios podemos encontrar figuras de animales como la tortuga, la cigarra, las mariposas y las grullas representando este atributo. 

Guardianes o el deseo de conservar lo atesorado

La creencia en fuerzas capaces de desequilibrar el orden o el temor interior a la pérdida de lo obtenido favorecieron la aparición en distintas épocas de figuras protectoras, guardianes de las personas, los templos y los hogares. 

Según el contexto donde fueran emplazadas, generalmente en parejas, estas figuras adoptaron diferentes formas y posturas, ya fueran tigres, leones de piedra, cazadores de fantasmas, deidades tutelares o guardianes de las puertas. Sus atributos recordaban a los de un guerrero, de allí los rostros feroces y cuerpos fornidos, algunos incluso portando armas. 

Los grabados de año nuevo (nianhua) con representaciones de guardianes se ubican en paralelo a los costados de las puertas, custodiando el límite que separa lo público y externo de lo doméstico e interior. Según las creencias populares tienen la capacidad de proteger el espacio y de alejar a los malos espíritus, por lo cual las estampas se renuevan año a año en la fachada de las casas.

El buen augurio

En el año 1112 de la dinastía Song del Norte, el Emperador Huizong daba forma a sus Grullas auspiciosas, una obra de arte legendaria en la historia de la pintura china. A través de esta imagen registraba un evento inusual presenciado por él en la mañana, y que interpretó como un mensaje de estabilidad y buen augurio para su gobierno. La observación de los cambios en la naturaleza, así como el deseo humano de regularlos y ordenarlos a través de rituales y creencias, han sido una constante en la cultura china hasta el presente.

En la vida cotidiana de hoy y en particular durante los festejos del año nuevo chino, se evoca el proceso cíclico de creación, conservación y disolución, a partir de ciertas imágenes, colores y símbolos a los que asocian los anhelos de fortuna, prosperidad y longevidad. Reunidos, estos principios sostienen un ideal de vida, de unidad familiar y de armonía social, de allí la decidida constancia en su búsqueda y protección.

Al revisar el mensaje de Huizong y al observar el vuelo de sus aves inmortales, podemos acaso preguntarnos si se trata de un augurio favorable obsequiado por el cielo o de la aspiración a un ideal social y político elaborado que se sostenga en el tiempo. 

En cualquier caso, el reconocimiento y la celebración de un ciclo reúne y afirma colectivamente los deseos de un mejor porvenir.

Entrevista a la curadora Verónica Flores

Verónica Flores nos cuenta sobre la festividad del año nuevo chino.

Cuándo

A partir del 23 Enero 2020
Hasta el 19 Abril 2020

Dónde

Museo Nacional de Arte Oriental

Viamonte 525 2° piso Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires