Las artistas contemporáneas Aili Chen y Johanna Wilhelm trabajan con piezas hechas en papel, material paradigmático de los imaginarios sobre las artes orientales, proponiendo un contrapunto con la colección permanente del museo.

Mientras que Chen modela en papel versiones de los objetos, Wilhelm evoca las piezas con papeles calados. Así, ambas proponen un acercamiento a la colección del Museo mediante juegos de luces y sombras, vacíos y llenos.

La exhibición se podrá visitar de miércoles a domingos de 14 a 20 h. La entrada es libre y gratuita.

TEXTO CURATORIAL

Dicen que el papel tiene memoria. Guarda el recuerdo de los pliegues y otras huellas del tiempo. Es a la vez delicado y resistente. Soporte de muchas historias, de
muchos mundos. Aili Chen y Johanna Wilhelm parecen calcar destellos de un Oriente. Reinventan la idea de un Oriente todo guardado en el acervo del Museo Nacional de Arte Oriental. Las piezas hechas en papel, material paradigmático de los imaginarios sobre las artes orientales, son un contrapunto de la colección.

Las artistas parecen calcar destellos de un Oriente. Reinventan la idea de un Oriente Todo guardado en el acervo del Museo Nacional de Arte Oriental. Esa idea sobre el otro lado de nuestro mundo se replica en sus obras hechas en papel, material paradigmático de los imaginarios sobre las artes orientales. Sus realizaciones en las salas son un contrapunto de la colección y lo son también entre sí. En una dualidad contrastante y complementaria, las piezas de Aili y de Johanna despliegan luces y sombras, casi blancos y casi negros, contenedores y contenidos, volúmenes y planimetrías, llenos y vacíos de un universo oriental.Despliegan luces y sombras, casi blancos y casi negros, contenedores y contenidos de un universo oriental.

Aili Chen envuelve la luz. Con papeles crujientes modela fantasmas de los objetos en un ritual etéreo, por momentos abstracto, que evoca el doble viaje de las colecciones: su trayectoria originaria de Oriente a la Argentina y el reciente derrotero desde una sede a otra del Museo. Lo que está materialmente y lo que queda resplandeciendo en los relatos de sus viajes laten en esas cáscaras envoltorios de memoria espectral. Y ahora cohabitan en réplicas como copias espejos del original.

Johanna Wilhelm reencanta los trocitos de una totalidad incompleta que se adivina en el Museo. Cala los diseños de las superficies coloridas para prender sus sombras en una constelación de objetos evocados. Nuestras miradas deambulan entre ecos minuciosos de un paisaje lejano y nuestros cuerpos transmutan en la cercanía cual sombras chinas.

Como la dupla suspendida de Corazón de noche, Aili y Johanna se dejan atrapar por el cosmos de la colección para encenderla. Nos invitan a adentrarnos en un sinfín de lugares y sentidos que llamamos Oriente y nos acercan la fascinación de sus destellos.

Viviana Usubiaga

Curadora

Cuándo

A partir del 7 Dic. 2022
Hasta el 4 Junio 2023

Dónde

Viamonte 525, 2˚ piso